De
profesión Ingeniero, este sanfernandino radicado en la capital, nos
atiende de manera muy afable y cariñosa, (es difícil poder
encontrarse frente a frente en la vorágine diaria), la entrevista es
imprescindible ya que nos visitará el próximo 15 de diciembre para
contarnos de su pasión “LA FOTOGRAFÌA”. Carlos Guevara Vivanco,
silencioso, sencillo, muy talentoso, hoy bordea los 55 años,
andinista, en su juventud practicó atletismo y básquetbol, es un
deportista. Encontró en la fotografía la manera de contarle al
mundo todos los valores que debemos cultivar y abrazar. He aquí este
largo diálogo y cómo brota de su alma esta pasión.
¿Cómo
te iniciaste en la fotografía?
Desde
muy joven comencé a salir a la cordillera, debo haber tenido unos 12
años, primero fue a la Cordillera de la Costa en San Fernando,
ciudad donde nací y crecí, muy pronto vinieron las salidas a la
gran Cordillera de los Andes y ya en esas salidas me interesé por
fotografiar lo que veía. Logré tener una cámara muy sencilla, con
rollo obviamente, hablo por allá del año 1975 más o menos… cada
vez que podía fotografiaba y generalmente no quedaba contento con
los resultados, de las 36 fotos del rollo, eran muy pocas las que
normalmente me gustaban. Pasaron los años y la fotografía siempre
se mantuvo como una pasión que no sabía cómo desarrollar. Tuve
años más tarde mi primera reflex, una Zenit 12XP, una cámara
extraordinaria para aquellos años, comencé a interesarme en el
blanco y negro y diapositivas, pero cada vez que recibía los
resultados después de días de haber enviado un rollo a revelar, mi
cara de decepción era notoria. Luego por ahí a fines de los 80 vino
una Nikon F-301, me sentía en la gloria, luego por el año 2003 una
Nikon Z80, luego a los dos años vendría mi primera cámara digital,
mi fiel Fuji Finepix S3000, de ahí ya salto al 2011 con una cámara
Nikon D90 y el 2014 adquiero mi Nikon D800E que me acompaña hasta el
día de hoy junto a una Sony mirrorless. Recuerdo perfectamente cada
una de mis cámaras y los momentos de mi desarrollo que viví con
ellas. No es hasta el año 2011 donde creo ya comienza mi desarrollo
más formal, creo que el acceso a información en la era digital me
ayudó mucho, los foros, redes sociales; comencé a estudiar harto,
leer mucho, manteniendo siempre una mente lo más abierta posible a
las críticas, surgieron los maestros, los “profes”, siempre
estudiando e intentando perfeccionarme.
Interesante
Carlos, hemos sabido que entre los buenos fotógrafos en Chile te
aprecian y reconocen tu amor por la fotografía, cuéntanos…
¿Que
áreas de la fotografía te motivan?
Principalmente
el paisaje y en particular el paisaje de montaña. Prácticamente 40
años de mi vida los he pasado en contacto directo con la cordillera.
Comencé a vivir la montaña desde los 12 años, siempre alentado por
mi padre en el contacto con la naturaleza. La vida al aire libre me
llena el alma y a pesar de mi educación formal como Ingeniero, nada
me apasiona más que respirar aire fresco.
Hace
algún tiempo escribí algunas palabras que me identifican mucho:
-
“Fotografiar un paisaje no es sólo fotografiar su belleza,
fotografiar un paisaje es mostrar mi belleza interior, es proyectar
lo que soy o quiero transmitir a través de la geografía que me
maravilla…”
-
“Dejarse llevar, mirar lejos, jugar con cada elemento que nos
brinda el paisaje, emocionarse, maravillarse, sentir que los pelos se
nos paran cuando estamos ahí, querer seguir, disfrutar el cansancio…
esa “agradable sensación de cansancio”, sentir que poco a poco
nos vamos fundiendo con el paisaje en el que estamos, sacarnos de
encima todo, ser nosotros mismos, disfrutar como niños… sólo así
podremos tener alguna posibilidad de transmitir emociones a través
de nuestras imágenes.”
También
me atrae mucho el macro y la fotografía documental de viajes,
lugares y gente de esos lugares.
El
lego puede pensar y creer que es llegar y disparar, apretar el
obturador ¿no es así?
¿Algún
viaje fotográfico que recuerdes con especial cariño?
A
fines del 2013, recibí una invitación de Juan Carlos Gedda para ir
a fotografiar junto a Andel Paulmann a Nahuelbuta. A Juan Carlos sólo
lo conocía “virtualmente” al igual que a Andel, a quien recuerdo
haber visto en una oportunidad en una exposición. Sentía
nerviosismo pues en general suelo ser de pocas palabras y temía no
conversar mucho, pero a las pocas horas la conexión fotográfica y
de amistad se dio en forma extraordinaria. El 1er día Juan Carlos
nos propuso que nos levantáramos a las 5:30 AM para alcanzar a
llegar al lugar que queríamos… llegamos un poco tarde… al 2do
día nos levantamos a las 5:00 AM, hacía mucho frío, cada uno salió
de su carpa con cara de sueño, ganas de un buen desayuno, pero a los
pocos minutos ya estábamos en la camioneta de Juan Carlos rumbo al
punto donde esperaríamos el amanecer. Llegamos a la hora… lo que
vino después fue indescriptible, incluso al recordarlo y escribirlo
hoy me produce emoción y me invade una sensación de querer estar
nuevamente ahí. Nahuelbuta nos premió con un amanecer único,
nuestras emociones estaban a flor de piel, casi no podíamos creer lo
que estábamos viviendo. Fue una jornada única. Con una de esas
fotos gane el año 2014 el 1er lugar en la categoría paisajes del
concurso de fotógrafos de naturaleza argentinos agrupados en
Fotonat.
También
en mayo de este año realicé un viaje solo a Torres del Paine con el
único objetivo de fotografiar, de encontrarme con la fotografía que
yo quería hacer, esperando todo el tiempo que fuera necesario. Fue
un viaje que marcó para mí un gran crecimiento en lo personal y en
mi estilo fotográfico. Hoy parte de ese trabajo se expone desde el
mes de septiembre en Dresden, Alemania, exposición que finaliza en
enero de 2019.
En
este relato nos señalas tus logros y reconocimientos también a
nivel internacional, buena noticia para quienes visiten Europa este
verano chileno pues, al concurrir o pasar por Dresden, sientan el
orgullo que un chileno también puede estar allí, en las grandes
galerías.
¿Nos
podría nombrar sus tres fotografías favoritas?
Me
costó trabajo decidirme, creo que mis tres fotografías favoritas
son aquellas que aún no he hecho… siento que me falta tanto por
aprender que todavía me encuentro en transición a desarrollar un
mejor trabajo, pero sobre lo que ya he hecho mis tres fotografías
favoritas son:
–
Ilusiones.
En
noviembre del año 2012 tuve un accidente en la cordillera y me
disloqué un hombro, tuvieron que operarme. Pasaron 4 meses antes de
que recién pudiera volver a acampar. Tenía tantas ganas de volver a
subir a la cordillera que veía montañas por todas partes.
Acampábamos con mi esposa en las cercanías de las Termas del Plomo,
el atardecer se veía muy bello, pero me concentré en el río
cercano, encontré una piedra que semejaba una montaña y salió
Ilusiones, el proceso emotivo tras esta imagen me hace pensar hasta
el día de hoy. Paisajes y emoción van juntos.
–
Los
gritos de la Patagonia.
Esta
foto se genera también después de un proceso emotivo. Estaba de
vacaciones en la Carretera Austral, en ese entonces yo hablaba mucho
acerca de la importancia de un protagonista en cada foto. Con mi
familia veníamos de vuelta de una caminata en las cercanías del
Lago General Carrera, ya atardecía y pasábamos cerca de un río. De
pronto escuché gritos que me llamaban, me apresuré en llegar, me
asomo desde lo alto hacia el río y me dicen… “ahí tienes tu
protagonista”, señalándome un tronco erguido seco a orillas de la
caída de un gran salto de agua. Fue amor a 1era vista! Fue tanta mi
emoción por esa escena que ese día decidí no hacer la foto, me
quedé solo largos minutos y me senté sólo a observar y sentir, la
escena, la luz, las sombras, todo me generaba una gran emoción. Hice
sólo algunos disparos de prueba y volví al día siguiente. Fue muy
difícil hacer esa foto, llegar al agua, la cantidad de brisa húmeda
impulsada por el viento me mojaba la cámara y el lente, pero
disfruté ese momento al 100%.
–
Un
mágico amanecer.
Nahuelbuta
diciembre de 2013. Todo era bosque, todo era araucarias. Me
encontraba en compañía de dos grandes fotógrafos, Andel Paulmann y
Juan Carlos Gedda. Siempre he sentido que me cuesta componer en
bosques, estaba un poco nervioso pues se veía que ese amanecer sería
inolvidable y temía dar la nota baja, mi antigua Nikon D90 con un
trípode averiado contrastaban al lado del equipo de mis compañeros,
mi nerviosismo aumentaba junto con mi ansiedad, miraba hacia el
bosque casi sin saber que hacer, estaba parado en un amanecer
demasiado espectacular en la cima de un pequeño cerro y lo único
que veía era una masa de araucarias. Respiré profundo e intenté
calmarme, levanté la vista y de pronto, del otro lado, vi la
montaña, los volcanes, las cimas de la gran cordillera de los Andes
y sin pensarlo más compuse pensando en araucarias, bosque, valle y
montañas. Luego vinieron más y más disparos, pero ya había tenido
un mágico amanecer, un punto de partida, una vez más las montañas
me salvaron…
Sin
duda Carlos, tienes mucho que contarnos…
¿Nuevos
proyectos para el futuro?
Mi
principal proyecto está relacionado con seguir estudiando y
perfeccionando tanto mi técnica fotográfica como mi relación con
el arte visual. Actualmente no temo probar, experimentar y
equivocarme, sobre todo equivocarme mucho, pero todo es parte del
camino de mejorar y crecer.
Me
interesa mucho comenzar a generar proyectos basados en “obra”,
que tengan un concepto y un discurso. Ya no busco fotografiar algo
por fotografiarlo, quiero trabajar en base a un contenido, en base a
una idea que pueda transmitir algo al espectador.
Quizás
algo desconocido, algo inalcanzable hace unos años atrás por el
costo que esto significaba, para motivar a los jóvenes y niños….
¿Algún
consejo para nuestros lectores que les ayude a perfeccionarse?
Creo
que los mejores consejos que puedo dar son el de trabajar duro,
estudiar mucho, ser crítico con uno mismo, tener la mente abierta a
las críticas y no adoptar posiciones defensivas. Un consejo que
también me dieron y que me ha ayudado mucho es el de tener ideas
claras para lograr imágenes que transmitan un concepto, un mensaje
claro. Para mi una foto debe ser capaz de transmitir un mensaje,
emociones, cuando lo que el espectador observa lo hace pensar y le
genera algún tipo de sentimiento.
Por
último creo que la disciplina es fundamental y aquí quiero
detenerme para agradecer a quienes me ayudaron mucho durante mi
adolescencia y cuyas enseñanzas aportaron en gran medida a forjar mi
carácter exigente de querer hacer las cosas bien y en forma
apasionada. Me refiero a Olimpia San Fernando, una generación
notable de personas con una pasión inifinita por lo que hacían y
entregaban, sus enseñanzas marcaron mi carácter y gracias a todo lo
que aprendí de ellos pude tener un espejo y una guía de cómo
quería seguir haciendo las cosas que me apasionaban. Tendría que
nombrar a muchas personas, pero voy a mencionar a dos en particular,
primero mi profe, el gran Manuel Meneses, quien seguramente no se
imagina todo lo que influyó en mi vida, su ejemplo y enseñanzas me
acompañan hasta el día de hoy. Y también al que después fue mi
profe de basquetball, Christian Villena, quien también me transmitió
la pasión verdadera, el sacrificio, dedicación y entrega.
Gracias Carlos, tenemos la certeza
que tus enseñanzas y relatos servirán a más de alguna persona,
sobre todo a los niños y jóvenes, también creemos que los
profesores que aludes, sentirán en sus corazones que sus esfuerzos
de antaño, rinden frutos. Esperamos que nuestros lectores y los
seguidores de Olimpia te encuentren el día sábado 15 de diciembre,
en la Sala de Consejo de la Ilustre Municipalidad a las 12:00 hrs.,
con el objeto de escucharte, conocerte y aprender de ti.
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